Un poco sobre el creador de sueños

Moliere Su nombre completo es Jean-Baptiste Poquelin nació en París el 12 de enero 1622 y fue uno de los dramaturgos y actores franceses más importantes de su época; sino es que el más importante. La historia de nuestro soñador empieza en una cuna de familia rica burguesía comerciante, su padre era el tapicero real y esto aunque no fuera la principal inspiración para Moliere le ayudo a entender a su propia sociedad desde un punto muy cercano; sus criticas tal vez nacieron por la temprana edad en la que vio a la política y a sus diferentes vicios; o tal vez será que perdió a su madre a la edad de diez años. Fue un alumno del colegio jesuita de Clermont hasta 1639 donde decidió estudiar leyes y entrar en la facultad de derecho de Orleans, en 1642. http://www.esacademic.com/pictures/eswiki/77/Moliere_cour_Napoleon_Louvre.jpg

Molière se dejó influenciar por la filosofía epicúreiana con representantes tan ifluyentes como Gassendi y de los libertinos Chapelle, Cyrano de Bergerac y D’Assoucy. En 1643, haciéndose ya llamar Molière, fundó L’Illustre Théâtre, junto con la comediante Madeleine Béjart; dirigida por ella, primero, y luego por él mismo, la joven compañía intentó establecerse en París, pero el proyecto fracasó en 1645, por falta de recursos, y Moliere permaneció unos días arrestado por deudas. La compañía se estableció en París, con el nombre de Troupe de Monsieur, en 1658, y obtuvo su primer éxito importante con la sátira Las preciosas ridículas, un año después. En 1860 creó el personaje de Sganarelle, al cual recuperaría muchas veces en otras obras y al que siempre interpretó él mismo, en la comedia del mismo nombre; pero Moliere, que perseguía la fama de Corneille y Racine, no triunfó en el género de la tragedia: Don García de Navarra, obra en la que había invertido mucho esfuerzo, fracasó rotundamente. La escuela de las mujeres (1662) fue su primera obra maestra, con la que se ganaría el favor de Luis XIV. En 1663, mientras llevaba las tragedias de Racine al escenario y organizaba festivales en el palacio de Versalles, presentó los tres primeros actos de su Tartufo. El sentido irreverente y sacrílego que sus enemigos veían en sus obras generó una agria polémica que terminó con la prohibición de la obra, lo mismo que sucedería con Don Juan o El festín de piedra, tras sólo quince representaciones. Acosado por sus detractores, especialmente desde la Iglesia, el principal apoyo de Moliere era el favor del rey, que, sin embargo, resultaba caprichoso: las pensiones se prometían pero no se pagaban, y el autor hubo de responder a las incertidumbres económicas de su compañía abordando una ingente producción; en la temporada siguiente escribió cinco obras, de las que sólo El médico a palos fue un éxito. Los problemas con el Tartufo, que proseguían, y las dificultades para mantener la compañía fueron quebrando su salud, mientras disminuía su producción; sin embargo, en estos años aparecen algunas de sus mejores obras: El misántropo, El avaro y por supuesto El enfermo imaginario.

En 1673, durante la cuarta representación de esta última obra nuestro amado moliere sintió unos violentos dolores en el pecho por lo que fue llevado a su casa; poco tiempo después murió. El rey debió intervenir para que la Iglesia le concediera el derecho a tierra santa, si bien fue enterrado de noche y prácticamente sin ceremonia y así muere nuestro amado creador de sueños todo esto claro creando el camino para que se desarrollen nuevos artistas y nuevos géneros que solo necesitaban un empujón para caer en esta gran enfermedad. Esta vida fue la primera de muchas que nos inspiran para seguir adelante que nos exprimen y nos asaltan para enfermarnos más y crear mas sombras que volvemos obras.